Una de las vocaciones más complejas en los comienzos de este siglo XXI está siendo la de querer montártelo por tu cuenta; desde una tiendecita de chuches hasta hacerte pintor de brocha gorda, el calvario que hay que recorrer es importante.
El gobierno sólo hace comentarios de lo que ahora se ha dado en llamar emprendimiento, como si fuese una profesión nueva o algo importante y esto amigos lleva sucediendo desde que el mundo es mundo, sólo que ahora lo complican más que nunca.
Si para crear algo por tu cuenta, que ya es antiespañol por completo, hay primero que tener una idea, luego una ilusión, después la esperanza, más tarde crear el proyecto y pensar que tu ilusión y tu esperanza tienen además un sentido, hay que tener el dinero suficiente para hacerlo, después, hay que contar con las trabas y problemas que te ponen aquellos que te animaron a hacerlo.
La infantilidad de nuestro Gobierno y sobre todo la de nuestro actual Ministro de Hacienda y la Ministra de Trabajo y Seguridad Social Báñez, que hay que reconocer que vaya dúo se ha juntado para precisamente dos de los Ministerios que más sensibilidades tienen que tratar en la actualidad. Entre ambos han conseguido estropear las ilusiones y esperanzas de muchas personas además de sumirles en una ruina superior a la que tenían, puesto que muchos de ellos motivados por la desesperación pidieron la ayuda económica de familiares a los que ahora además de no poder devolverles el dinero tendrán demasiada vergüenza en relacionarse de ellos de nuevo.
Afortunadamente una legislatura dura cuatro años, aunque en ésta les ha dado tiempo a empobrecer al país hasta extremos difíciles de asumir para una gran parte de la población, espero como tantos otros, como una mayoría de españoles, que acabe la legislatura y que en la siguiente podamos poco a poco volver a recuperar al menos la dignidad que nos han robado.
Este post podría ser larguísimo, hay mucho que contar aquí, pero también hay un momento en el que la sensatez y sobre todo la falta de maldad, hacen que no se dé rienda suelta a los sentimientos, al desahogo necesario, tiempo habrá de analizar todo más a fondo cuando acabe la legislatura, ahora, en este momento lo mejor es esperar aunque nuestro corazón nos diga que ya está bien.
Así que todavía, con las leyes que hay, con la falta de apoyo, los emprendedores son personas aventureras en unos casos, ignorantes en otros, valientes en la mayoría y dispuestos a arriesgar y perder todos. Una de las grandes aventuras que se pueden vivir ahora mismo es ésta, la de empezar un negocio teniendo todo en contra.
Vemos portales de internet donde nos dicen que hay que ser optimista, ver el vaso medio lleno, nos dan cursos formativos para hacerlo, en fin se nos anima constantemente y a mí no me parece mal, pero creo que el problema hay que atacarle por otro frente, es como si viendo que si cruzas un puente de madera y ésta está carcomida, en vez de tirar el puente o no cruzarle en esas condiciones te dicen que coño, hay que tener fe en que no se va a romper, pues en mi opinión es una auténtica gilipollez, si quieres gastar lo que tienes en un riesgo así a lo mejor es preferible visitar el cañón del Colorado que es muy bonito y tirarte desde lo alto, por lo menos te suicidas en el Cañón del Colorado.
El gobierno sólo hace comentarios de lo que ahora se ha dado en llamar emprendimiento, como si fuese una profesión nueva o algo importante y esto amigos lleva sucediendo desde que el mundo es mundo, sólo que ahora lo complican más que nunca.
Si para crear algo por tu cuenta, que ya es antiespañol por completo, hay primero que tener una idea, luego una ilusión, después la esperanza, más tarde crear el proyecto y pensar que tu ilusión y tu esperanza tienen además un sentido, hay que tener el dinero suficiente para hacerlo, después, hay que contar con las trabas y problemas que te ponen aquellos que te animaron a hacerlo.
La infantilidad de nuestro Gobierno y sobre todo la de nuestro actual Ministro de Hacienda y la Ministra de Trabajo y Seguridad Social Báñez, que hay que reconocer que vaya dúo se ha juntado para precisamente dos de los Ministerios que más sensibilidades tienen que tratar en la actualidad. Entre ambos han conseguido estropear las ilusiones y esperanzas de muchas personas además de sumirles en una ruina superior a la que tenían, puesto que muchos de ellos motivados por la desesperación pidieron la ayuda económica de familiares a los que ahora además de no poder devolverles el dinero tendrán demasiada vergüenza en relacionarse de ellos de nuevo.
Afortunadamente una legislatura dura cuatro años, aunque en ésta les ha dado tiempo a empobrecer al país hasta extremos difíciles de asumir para una gran parte de la población, espero como tantos otros, como una mayoría de españoles, que acabe la legislatura y que en la siguiente podamos poco a poco volver a recuperar al menos la dignidad que nos han robado.
Este post podría ser larguísimo, hay mucho que contar aquí, pero también hay un momento en el que la sensatez y sobre todo la falta de maldad, hacen que no se dé rienda suelta a los sentimientos, al desahogo necesario, tiempo habrá de analizar todo más a fondo cuando acabe la legislatura, ahora, en este momento lo mejor es esperar aunque nuestro corazón nos diga que ya está bien.
Así que todavía, con las leyes que hay, con la falta de apoyo, los emprendedores son personas aventureras en unos casos, ignorantes en otros, valientes en la mayoría y dispuestos a arriesgar y perder todos. Una de las grandes aventuras que se pueden vivir ahora mismo es ésta, la de empezar un negocio teniendo todo en contra.
Vemos portales de internet donde nos dicen que hay que ser optimista, ver el vaso medio lleno, nos dan cursos formativos para hacerlo, en fin se nos anima constantemente y a mí no me parece mal, pero creo que el problema hay que atacarle por otro frente, es como si viendo que si cruzas un puente de madera y ésta está carcomida, en vez de tirar el puente o no cruzarle en esas condiciones te dicen que coño, hay que tener fe en que no se va a romper, pues en mi opinión es una auténtica gilipollez, si quieres gastar lo que tienes en un riesgo así a lo mejor es preferible visitar el cañón del Colorado que es muy bonito y tirarte desde lo alto, por lo menos te suicidas en el Cañón del Colorado.
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