Dada la vanidad y egolatría de la que siempre ha hecho gala Aznar, empiezo a pensar si no dejaría como sustituto a Rajoy para que nunca le hiciese sombra en su paso por el Gobierno. No digo yo con esto que esté en acuerdo o desacuerdo con Aznar, ni que alabe o critique su gestión, no, no me refiero ahora a echar la vista atrás y juzgar lo que ya ha pasado, puesto que aunque parte de responsabilidad hubiera tenido respecto de lo que ahora está ocurriendo, es más cierto que el Gobierno de Zapatero tuvo tiempo más que suficiente para enmendar y cambiar todo lo que mal hubiera hecho el Gobierno anterior.
En mi caso personal ni uno ni otro partido son de mi devoción, quizá realmente ningún partido es de mi aceptación, puesto que no creo ni me siento conforme ni identificado con este modo de hacer democracia, ya que lo que realmente carecemos y hemos carecido durante todos estos años es de eso, de Democracia.
Lo que hoy quiero dejar aquí es un simple pensamiento que esta noche ha acudido a mi mente, en esos momentos en los que la cabeza da vueltas y vueltas, buscando una solución personal a lo que es un problema general y finalmente buscas culpables, donde esta vez los hay, esta vez sí son ellos los culpables, de mi situación y de la de todos nosotros.
Por eso digo que quizá fuera Aznar quien se empeñase en que su sustituto fuese alguien que quizá fue un buen segundo pero no un buen líder o primero; porque para gobernar, como ellos lo han estado haciendo que no es como se debe gobernar, pues es bueno siempre que el líder sea un tipo que no hace demasiado pero que organiza bien a quienes lo hacen, que venda bien, que sea un poquito presuntuoso y sobre todo que tenga un segundo y un equipo que haga a pie juntillas lo que él pida.
Sigo diciendo que esto no es una defensa de Aznar, ni todo lo contrario, simplemente es un análisis subjetivo de algo que pasó, me refiero únicamente al comentario.
Lo que ha venido ocurriendo desde el comienzo de esta pseudodemocracia es que han venido haciéndose elecciones para llevar la dirección de esta empresa que es España y dejando manos libres para hacer a quien saliese votado, pero sin que nunca haya habido un Consejo de Dirección ni un Consejo de Arbitrio que valorase si esa era o no la mejor salida.
Esto ha venido ocurriendo desde el Gobierno de Felipe González, cuando nos dijeron que habría referendum para decidir si entrábamos o no en la OTAN, pero que en cualquier caso entraríamos de todos modos, después de ese momento pocas decisiones ha tomado el pueblo, que es sobre quien en último término recae o debería recaer el poder, que no haya sido el de elegir cuál de los dos partidos sería el que gobernase, y me refiero a los dos partidos porque el tercero jamás podía tener posibilidades dado el sistema que tenemos, tampoco los otros dos partidos que tenían una oferta claramente regional o nacionalista, según se quiera llamar.
Por todo esto digo que quizá Aznar, inconscientemente, nos dejó a un Señor, que quizá con la mejor voluntad nos está dejando en la ruina.
En cualquier caso, la crítica es para todo el sistema, que es obvio y evidente que no funciona para la mayoría, sino para un grupo de Plutócratas a quienes no conocemos.