El hartazgo al que nos está sometiendo el Gobierno está haciendo ya mella en la paciencia de tantas personas que han estado hasta ahora ausentes de los acontecimientos, bien porque aún no les habían afectado o bien porque no terminaban de entender la trascendencia que éstos tenían.
Nuestro Gobierno está haciendo un uso legal de su mayoría en el Congreso, pero injusto respecto de lo que las mayorías están sugiriendo y necesitando.
En momentos como el actual lo propio sería que todos los partidos con representación en el Congreso hicieran y llegaran a acuerdos para alcanzar una pronta solución y elección de un camino a seguir.
No es el momento para que la Iglesia Católica exija al Gobierno soluciones a problemas que ahora no tienen mayor trascendencia, tampoco para hacer cambios que sólo llevarán a la satisfacción moral de algunos, los menos, pero aún es más grave el que el llamado cuarto poder, los medios de comunicación, se hagan eco de ese tipo de noticias.
Quizá es el momento ya de que los medios de comunicación actúen, apoyen, salgan en ayuda de tantos ciudadanos que van quedando rezagados y que posiblemente ya no lleguen a tiempo a dar la vuelta a su vida, a tener una situación que dignifique su vida.
Es evidente que esta situación de crisis o de abandono de la sociedad que es más lo que está ocurriendo en este momento, nos afectará absolutamente a todos. De seguir así, muchos restaurantes tendrán que cerrar, muchos clubs sociales tendrán también problemas de subsistencia, la prensa ya no podrá venderse porque la gente no tendrá dinero disponible para comprarla, tampoco podrán sobrevivir de la publicidad, porque ésta no saldrá rentable a las Empresas que deseen publicitarse, así poco a poco los que aún creen que pueden sobrevivir a esta situación verán mermadas sus posibilidades de gastar el dinero en ocio, verán como muchas de sus amistades se verán también en una tesitura de empobrecimiento y podrán entonces sentirse satisfechos y felices, eso si lo que necesitan es compararse y tener más que los demás para alcanzar la felicidad, pero ésta no será duradera, porque el nivel de sometimiento de la población ya no puede ser el que fue en otros momentos de la historia, las personas hoy ya han disfrutado de adquirir conocimientos, ya han conocido lo que es vivir dignamente de su trabajo, y no consentirán por mucho tiempo más vivir de subsidios, ni ayudas de ningún tipo, como si fueran gentes incapaces de ganarse la vida.
Los Españoles de hoy día sí saben ganarse la vida honradamente, el grave problema es que ahora no les dejan, no les están permitiendo volver a reiniciar su vida y les quieren convencer de que la situación no lo permite y esto no es cierto, así, llanamente no es cierto.
Hay muchas soluciones posibles para que todos volvamos poco a poco a reiniciar nuestra vida, y no tienen porqué ser de carácter comunista, ni tampoco de carácter caritativo, pueden ser de carácter sensato, inteligente, equitativo y sobre todo justo, porque de hecho somos todos iguales, españoles de pleno derecho, aunque sólo sea constitucionalmente y aún no lo hayamos llegado a ver en la práctica en ningún momento desde el inicio de esta Demo de Democracia.
Ya es hora de que esto sea así, y no queda mucho para que la gente pierda la paciencia que han ido desgastando poco a poco.
Ojalá mañana nos levantásemos con la idea de que el gobierno llama a todos los partidos y ciudadanos a una propuesta abierta de ideas, éstas se publicaran y pasados tres meses se pusiera en práctica lo que la mayoría votase. Esto al menos, sería ilusionante, que no sería la solución total, pero sí recaería de entre todos la responsabilidad de salir de esta situación.