Voy a intentar explicar con brevedad un modo de sentir del que parece que muchos no se han dado cuenta.
Para vivir en el país que nací, España, tengo que cumplir con una serie de normas, leyes y códigos.
Para ello se supone que como contraprestación tengo que además de someterme a estas normas sentirme Español y lo que ello conlleva.
Ser Español es compartir con el resto de Españoles el territorio, el afecto por el país, el idioma y también las riquezas de este país.
Se puede estar de acuerdo con que para ello hay que trabajar, pero es entre todos los Españoles que tenemos que llegar y hacer un acuerdo, una fórmula, para que todos podamos cumplir con nuestras obligaciones.
Entre esas obligaciones está la de ser útil al país, a España, a su sociedad.
Para ser útil has de tener un modo de serlo, en forma de trabajo y éste tiene que realizarse con cariño y con el orgullo de ser útil, a su vez, tiene que tener una remuneración suficiente para poder vivir sin mirar desde abajo a los otros, sin penurias, sin injusticias.
Si el país no te da esa oportunidad de ser útil, de sentirte uno más, de poder vivir sin mirar siempre hacia arriba, ese país, ese contrato entre el país y tu, está siendo vulnerado por el país y no permitiéndote sentirte Español.
Si esto sigue ocurriendo qué debemos hacer los que no podemos sentirnos Españoles porque no nos dejan o facilitan serlo.
¿No habrá que cambiar el tipo de contrato o no habrá que sentarse y ver cómo hacemos para que los que estamos abajo dejemos de estarlo?
¿No es normal pensar que cuando una parte pierde tanto como se ha perdido pierda el miedo a perder porque ya lo ha perdido todo?
Yo desde luego me encuentro en una situación en la que todo pende de un estado de ánimo que por el momento se mantiene, pero que cada día se deteriora más.
O cambiamos el planteamiento, el sistema por el que ahora no tenemos derechos o buscamos una solución intermedia pero así no es posible continuar.