Basta pasear por un prado, fijar la atención y a cada paso encuentras la belleza de la naturaleza.
Hormigas buscando su comida y trabajando duramente para conseguirla, pequeñas lagartijas que toman el sol, mariquitas que pasean aparentemente sin rumbo alguno, y nosotros, los humanos, que despistados vamos aplastando su trabajo, incluso su vida, sin apenas ser conscientes de ello.
¡¡¡Cuánto trabajo para morir aplastadas sin que su agresor sea consciente de ello!!
¿Habrá o encontraremos, algún paralelismo con lo que hoy nos ocurre? El poder que aplasta todo el trabajo realizado durante una vida (preferentes) y sin que quienes oprimen sean, quizá, realmente conscientes del daño que ocasionan a sus víctimas.