Lo grave de este escrito es que está hecho a bote pronto, sin reflexionar, lo que le da frescura y posiblemente pueda resultar ofensivo para algunas personas, sin que esa sea la intención. Pido disculpas aunque sé que a quien le ofenda no podrá disculparme.
Qué ocurriría si los amantes de los animales, los domésticos, las personas que gustan de tener mascotas, se decidieran en su mayoría, puesto que no todos lo hacen, a no sólo demostrar en apariencia su amor a los animales, sino hacerlo compatible con el amor a los humanos.
Uno pasea por cualquiera de los parques de nuestro barrio y tiene que ir mirando constantemente al suelo, porque más que un parque de recreo parece un estercolero para que caguen los perros. No entiendo yo muy bien como se puede decir que se ama a los animales y sin embargo sólo se les saque en ocasiones a la calle y para cagar o mear, no para que disfruten de la libertad robada.
Hay montón de personas que tienen perros o gatos sólo porque está de moda, no son conscientes de que tener un animal en casa es someterle a estar encerrado, encarcelado, que no a vivir en libertad, que es para lo que supuestamente ha nacido ese animal.
Hay muchísimas personas que tienen por hábito comerciar, tanto a la hora de comprar como de vender con animales, como si fuese poco el que los seres humanos tuviéramos para sobrevivir que comer a otros animales, encerrarles en granjas y que sólo nos sirvan como alimento.
Me cuesta creer que además de todo esto nos empeñemos en tener un perro grande que necesita espacio para correr en un piso de 90 mts., me cuesta creer que tengamos gatos que necesitan cazar para mantenerse vivos y dejar que engorden como cebones y no se sientan gatos.
Si pensamos en esto es como someter a una persona a estar encerrado de por vida en un piso y sólo importase alimentarle, con eso ya sería feliz y todos sabemos que no es esa la felicidad.
Desde luego podría estar todo el día escribiendo sobre esto, pero soy consciente de que muchas personas estarán en desacuerdo conmigo y no escribo para buscar polémicas, sólo para excitar la mente de quienes quizá no se plantean algunas cosas desde otros puntos de vista.