Hacía unos días que no escribía nada en el blog, y es que cada día que pasa cuesta más mantener un mínimo de ilusión, incluso de ilusión por la lucha, por la lucha de defender lo de todos.
Muchos medios de comunicación y también el Gobierno, están interpretando la lucha de Stop Desahucios o de las Plataformas de Afectados por la Hipoteca como un ente organizado y arbitrado por la ultra izquierda, y yo hoy quiero dejar aquí patente que ni es así ni por mucho que uno indague ve eso por ningún lado.
La gente que está en estas plataformas son en su mayoría afectados, que van allí totalmente desorientados y sin saber qué hacer con su vida. Estas personas casi siempre están en paro, casi siempre tienen hijos y casi siempre están en las últimas, las últimas opciones por poder hacer cosas.
En una reunión de una plataforma, me resisto a llamarle Asamblea porque siempre tiene connotaciones relacionadas con la izquierda, puedes encontrar de todo, gente que trabajaba en la construcción, gente que trabajaba en la automoción, gente que eran pequeños empresarios, y que anteriormente, tres años o cuatro atrás no tenían nada en común y no se conocían, y lo que es mejor, jamás pensaron que se conocerían y se verían en el mismo lado de la barca, el lado que se está hundiendo.
A mí me encantaría que muchas personas que todavía hoy van tirando hacia adelante, aunque estén estancadas o hayan perdido nivel de vida, se acercaran a un lugar de estos y escuchasen las historias que ahí se cuentan, las situaciones de desastre familiar y personal que allí se viven, sin embargo soy consciente por experiencia propia, que eso no puede ocurrir, en mi caso personal todos los que supuestamente tenían relación de amistad conmigo se han desinteresado por mi situación, aunque también es cierto que no voy paseándome por mi ciudad ni por mi antiguo ambiente haciendo "campaña" de mi situación actual.
Únicamente en algunos casos, más de quince desde luego, sí he hecho comentarios de cómo estoy y cómo me encuentro, lo más humano que me han dicho es que sentían mi situación y las más de las veces un ¡¡¡joder cómo está la vida o España o el trabajo o las cosas!!! pero nada más; alguno por ahí te dice que si se entera de algo... pero tu ya sabes que no se enterará y además que si se enterase, no siendo que viese que le puede beneficiar de algún modo no te lo diría, probablemente a la media hora de haberte visto, habrá inconscientemente decidido olvidarse de que te ha visto, porque las noticias no agradables no son del gusto de la gente.
Hay algunos que se permiten incluso decirte si no podrías reiniciar aquello que hacías, que tu siempre has tenido muchos contactos, mucha gente que opinaba que tu eras "la ostia" y la verdad que te dan ganas de decir, que sí, que es cierto, pero que todos eran como tu, es decir, que eras la ostia pero para sacar algún provecho, pero que si te quedabas en "sin la ostia" pues ya no resultabas tan interesante.
Otros te llegan a decir que les cuentes tus proyectos, por ver si pueden ayudarte, pero después se echan atrás, no porque no lo vean viable, sino porque puede resultarles más interesante aprovecharlo ellos y si pueden, afortunadamente de momento no pueden, pues lo hacen ellos.
De modo que yo me pregunto: Si de la inmensa mayoría de la gente que yo conocía, que supuestamente me estimaba, que supuestamente me ayudarían (aunque sólo fuese escuchándote o no renunciando a tu amistad y sin que ello conllevase ayudarte económicamente) ha resultado que nadie me ha ayudado, ni siquiera escuchado; si el teléfono lleva sin sonar mucho tiempo, ni siquiera para preguntarte qué tal te va la vida, renunciando absolutamente a tu amistad, pues entonces qué ha pasado.
Y sólo encuentro dos explicaciones posibles, la primera sería que jamás han sido relaciones reales ni amistades reales y la segunda que la situación está tan mal que la gente no está reaccionando como debería.
Ante esta pregunta sólo cabe responderse a si mismo de otros dos modos, el primero pues que dice el refrán que donde fueres haz lo que vieres y actuar de ese modo, es decir, pasar de todo lo que tengo al lado y buscar una salida únicamente para mí, egoistamente y la otra, ser humano, ser como se debe ser, y aún sabiendo que ello no te llevará a solucionar tu situación sí ayudar a otros a ir solucionando la suya, de este modo es posible que al final sí sirva de algo.
Lo que sí tengo claro es que la solución para todos pasa por todos y que de seguir así esto no acabará bien para nadie, ni siquiera para esos que creen ahora que como a ellos no les afecta no les afectará, ni siquiera para los que están teniendo la suerte de que como en todas las crisis les esté yendo mejor que antes; al final, si no encontramos una solución global, que mejore la situación de los que ahora mismo no tienen ya nada, es muy probable que todos suframos consecuencias que no somos capaces ni de intuir, por más miedo que nos dé pensarlas.