Por fin llegó el Tsunami, el día 22 de Marzo será recordado como el día en que diferentes plataformas y grupos sociales llegaron a un acuerdo para manifestarse en conjunto, con la leyenda POR LA DIGNIDAD; sin embargo los medios de comunicación y los grupos más afines al gobierno (al gobierno con minúsculas) actual, han hecho lo posible porque este movimiento sea recordado como el día en el que los manifestantes se volvieron bolcheviques y protestaron sólo con la violencia, nada más alejado de una sociedad que se moviliza desde hace más de tres años y que pacientemente han esperado cambios en favor de todos y no de los poderes reales de nuestro país.
Ya el mismo día de la manifestación se hablaba de lo violentos que habían sido los manifestantes y como ocurre siempre había diferentes opiniones en cuanto al número de personas que se manifestaron, como si no fuese evidente que los motivos son más que suficientes y que las acciones llevadas a cabo por este gobierno han sido lo suficientemente duras como para dejar a las personas sin opciones. Hablaban de 50 mil personas que se habían manifestado, en otras apreciaciones de más de 300 mil y los más optimistas de casi 3 millones, y yo me pregunto qué más da el total de personas que fueron a Madrid, la precisión de cuántos pudieron ir o asistieron, ¿es que no es evidente que hay motivos sobrados para ello? ¿acaso alguien cree que si un afiliado al partido del gobierno y que esté sufriendo las consecuencias de un mal gobierno, está feliz y asume sus males? ¿alguien puede pensar que desde algún punto de vista se puede comprender que la corrupción tan elevada que estamos conociendo ahora de algunos políticos, de diferentes partidos, no iba a pasar esta factura?
La población en general está indignada, tal y como rezaba la leyenda del motivo por el que se producía la manifestación, tal y como en el 15 M se autodenominaron los primeros que decidieron manifestarse, Los Indignados; cada día que ha ido pasando desde ese 15 de Marzo del 2011 se han ido sumando nuevas personas a esa indignación, es más, han sido las políticas deshumanizadas del gobierno las que han ido sumando nuevos indignados, que no querían serlo pero que las circunstancias provocadas por esas malas políticas, les han incluido en esta lista malévola de nuestra sociedad actual, la de la indignación por sentirse abandonados por un gobierno que no presta atención a quienes les votaron, sino a los grupos de poder.
La población esperaba, aunque no lo dijese, una indignación paralela, en la que algunos políticos no comprometidos con el partido del gobierno fuesen consecuentes e hiciesen una huelga de hambre en la puerta de los leones, pero eso no llegó ni ha llegado, algunos han protestado en sede parlamentaria, otros en los plenos de los ayuntamientos y los que más simplemente han entrado en las críticas pero han mirado hacia otro lado, quizá por el temor a perder su posición en el Congreso o en cualquier otro lugar que les garantizase su medio particular de vida, priorizando sobre si mismos y abandonando aquello por lo que supuestamente habían entrado en política, por hacer un mundo mejor a los españoles.
Ahora nos enfrentamos un problema serio, un problema para el que el gobierno sólo ve una solución, seguir imponiendo su criterio a cualquier coste para la población, sin ni tan siquiera sentarse a analizar la situación, sin ni tan siquiera sentir sentimiento de culpa por el sentir de la población, sin plantearse dimisiones, renuncias, etc. Cualquier persona digna habría abandonado el gobierno si tuviera una responsabilidad en ello y entendiese que se está haciendo mal, yo dudo de la honestidad, de la inteligencia y de la valía de la mayor parte de los ministros de este gobierno actual, porque como mínimo y poniéndome en su lugar yo habría resuelto discutir con mi presidente, con mis compañeros de gobierno, sin empecinarme en simplemente acatar el liderazgo de una persona que ha demostrado ser tímida, cobarde y sobre todo cínica; siento estos tres adjetivos porque no soy de insultar, pero no lo hago como insulto, es lo que de verdad creo que ha demostrado este presidente, porque cuando se ha avergonzado de algo, siempre con motivos suficientes, se ha escondido o ha eludido aparecer en público y estas dos cosas no se pueden hacer siendo presidente si no se es tímido y cobarde; y porque cuando finalmente ha dado alguna explicación de algo lo ha hecho de modo falso, sin decir ni la verdad y con el claro objetivo de hacernos creer lo que resulta imposible creer.
Hacer previsiones de qué va a ocurrir es un ejercicio adivinatorio y yo no creo demasiado en estas cosas, lo más lógico sería que poco a poco se fuesen sumando más personas a estas protestas, que los medios de comunicación viesen que o están ahí para informar de la verdad o probablemente perderán una importante oportunidad de futuro, porque lo cierto es que todo tiene que cambiar, no puedes someter a quienes ya tienen una mayoría de edad democrática, aunque aparentemente no está pasando esto, está ahí, y de aquí surgirá un nuevo modo de hacer viable la crisis y el crecimiento, una forma inteligente de compaginar ambas cosas, y los medios de comunicación que no estén ahí perderán su oportunidad.
Lo que probablemente continúe ocurriendo es que vayan sumándose personas, se vaya tranquilizando la gente más violenta, que si no es así no dejar de ser un grupo muy reducido y con quienes no se identifican los afectados y en las próximas elecciones el partido del gobierno sufra un varapalo similar al crecimiento que tuvieron en las últimas elecciones, de donde se puede extraer que si la población les otorgó confianza en el 2011 para que hiciesen cambios en las próximas se la retiren por habernos defraudado. Probablemente habrá un plantel de partidos similar al que hubo en las primeras elecciones allá por el 78, probablemente el bipartidismo acabe, al menos a nivel de mayorías absolutas, probablemente incluso a nivel de mayorías más allá de elegir con quien se pacta, porque lo seguro es que tendrán que pactar con muchos, lo que enriquecerá al parlamento, lo que nos llevará a eso que este gobierno ha sido tan afín, a un mayor nivel de competitividad del que ellos falsamente han hecho gala respecto de la privatización de las empresas, de las empresas estatales que prestan servicios básicos y jamás deben ser privatizadas.
Yo sólo espero que todo esto se vaya resolviendo poco a poco, tal y como ha evolucionado que vaya resolviéndose, es decir, sin violencia de ningún tipo y sin falsedad de ningún tipo, del mismo modo que los afectados hay asumido su violación de derechos adquiridos, del mismo modo en que han sido pacientes, el gobierno vaya asumiendo su derrota, los políticos vayan asumiendo que los tiempos donde sólo buscaban el voto y después no había vigilancia de la sociedad han pasado; si de igual modo que creció y desfavoreció a los españoles, ahora crece y desfavorece a la carta en blanco que los políticos han tenido, no habrá ningún tipo de violencia, lo que enriquecerá la política, a los españoles y al propio país, porque un país rico con población pobre no es un país rico, es un país de infelices vacíos de patriotismo, algo que no debemos permitirnos, porque para ser patriotas tienes que sentir el amor por ti de tu patria.
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