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lunes, 2 de junio de 2014

Vaya día!!!

Aproximadamente a las 10.20 minutos de la mañana leo un twitt y de inmediato lo relaciono con alguna broma de las habituales de Twitter, después veo que el twitt corresponde al Confidencial, prensa digital y entonces me quedo un poco impactado y abro la noticia a la que hace referencia:

A las 10.30 el presidente Rajoy anunciará la abdicación del Rey......

¡¡¡Coño!!!, lo primero que me viene a la cabeza es que estoy viviendo un momento histórico, que seguramente algún día me preguntarán, nos preguntarán, eso de: ¿dónde estabas tu... qué estabas haciendo tu... el día que el Rey abdicó? y joder, la verdad que no estaba haciendo nada especial, no me había pillado echando un quiqui, ni siquiera había hecho un desayuno especial, no había pasado nada, absolutamente nada, simplemente estaba sentado en el ordenador, navegando entre falsas ofertas de trabajo y twitter, en un momento de mi vida en que ya hacía dos años pico que todo se me había venido abajo y de pronto me dí cuenta de que esa pregunta podía tener respuesta.

Había motivos, motivos suficientes para que el Rey decidiese abdicar en su hijo; como siempre las interpretaciones eran de todo tipo, había quien se había apresurado, quien había temido, quien estaba con cautela y yo me preguntaba cuál debía ser mi posición, porque si bien siempre he tenido claro qué opino de esto también es cierto que no me ha quitado el sueño y que sigo pensando que no hay motivos para albergar odios, ni resentimientos, no digo con esto que piense que mis derechos como español deben ser diferentes a los del Rey de España o de cualquier otro español (así con minúsculas para entendernos), sino que creo que ha habido gente en este país que ha salido más beneficiado trabajando mucho menos y sin tener que cumplir un papel que seguramente a veces ha sido muy tedioso.

En mi opinión cualquier tipo de jerarquía sobra, aunque soy consciente que sin jerarquía en un mundo tan imperfecto, tan violento, tan falto de evolución humana, es una absoluta locura, pero he querido dejar o exponer esto al comienzo para dejar claro que mi sistema óptimo de vida está aún más a la "izquierda" que cualquier izquierda, eso sí, detesto la violencia de cualquier tipo y lo que realmente quiero es que me dejen a mi aire en todos los aspectos, que yo sí sé respetar los derechos naturales y humanos de los demás. Pero que me dejen hasta el punto de que yo pueda prescindir de mi vida cuando lo desee, esté o no enfermo, que me dejen totalmente si yo lo estimo así y que me ayuden si lo solicito, porque ese es mi carácter o talante en la vida, no entrar a valorar la actitud de nadie consigo mismo y si me piden ayuda y puedo darla de cualquier modo, darla sin pedir nada a cambio. Por eso, como esta actitud está reñida con la política, pues normalmente me niego a tomar partido por nada y por nadie, aunque he de confesar que esto último de movimientos que quieren que el poder absoluto resida en la ciudadanía, en toda la ciudadanía, es lo que más se aproxima a mi modo de entender la vida. 

Ahora resulta que el Rey se va, pues bien, habrá quien piense que lo normal sería que le sucediese el príncipe, conste que a mí el príncipe, la imagen que nos han dado de él y mi intuición (no a valorar) es buena, le veo como un tipo inteligente y tengo la impresión de que es un tipo honesto, pero con sinceridad no le conozco personalmente y no he salido de copas con él, ni he hablado jamás, así que no tengo argumentos suficientes para poner toda la confianza en él y supongo que igualmente le ocurre a la inmensa mayoría de los españoles, que unos estarán en contra de él sin tener claro si sería un buen amigo de ellos, si habría empatía y otros a favor con la misma situación.

Yo opto, abogo, defiendo la idea de que si este hombre quiere quedar bien ante su familia y ante los españoles que sí son monárquicos ponga al servicio de un plebiscito ciudadano su cargo, de este modo no se niega a ser Rey, simplemente quiere el consentimiento de los que supuestamente van a ser sus """"súbditos"""" y al revés también, puesto que si de pronto de su propia boca saliese el decir a todos que no quiere ser Rey si no es con el consentimiento de la gente, seguramente le daría más credibilidad y se ganaría más respeto.

La pregunta del millón es:  

¿Pondrá el Príncipe su cargo a disposición de la ciudadanía para que ésta decida si le quieren o no como Rey?



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