Historia
del apellido Cerdeño
(perteneciente a mi familia)
Alrededor de finales del siglo XVI se establece en el
pueblo de Sonseca la familia que ostenta el primer apellido Cerdeño del que he
logrado obtener datos, y de la que sin duda después de enlazar a todos sus
miembros procede mi apellido.
Al parecer venían de un lugar
llamado <
La Parrilla>
del que no he logrado averiguar con
certeza a qué provincia pertenece. Existe una probable posibilidad de que se
refiera a un pequeño municipio de esta misma provincia, de la provincia de
Toledo, sito en la parte más al noroeste, junto a Navalcán ya casi rozando la
provincia de Ávila; pero adentrándome en este nombre he logrado encontrar al
menos otros cuantos municipios en toda la península; es muy probable que el
pueblo en el que hay más posibilidades
de ser el origen de esta familia sea uno que está a sólo
21 kilómetros de
Valladolid, pues he sabido que el origen del primer varón, que no Barón, que
llegó a
Sonseca procedente de
La Parrilla, es decir el origen del apellido
está en
Aguilar de Campoo, provincia de
Palencia, y ésta, Palencia, está tan
sólo a
54 kilómetros
de Valladolid, por lo que es muy probable que sea esta “Parrilla” y no la de
Toledo de la que procedía esta familia.
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Pueblo de La Parrilla |
Este es el pueblo del que
probablemente procede la familia Cerdeño.
Algo que me ha resultado curioso
entre la pequeña investigación que he hecho de este pueblo, es que está a 760
mts. de altitud sobre el nivel del mar y Sonseca está a 760 mts. también,
aparentemente esto no tiene mayor relevancia, puede ser producto de la
casualidad, pero porqué no pensar que al llegar a este lugar se sintieron como
en casa, puesto que no tenemos ni la más mínima idea del motivo que les llevó a
ausentarse de La Parrilla.
Otra posibilidad es que en La Parrilla y en esa época
la mayor fuente de riqueza era la ganadería ovina y en Sonseca ocurría algo
similar, aunque en este caso era básicamente bobina.
De este
matrimonio sólo tengo noticias de un hijo que nace ya en Sonseca, de nombre
Benito,
siendo éste el primer Cerdeño del pueblo de Sonseca y que se casó el siete de
Febrero de 1611 con
Ana Mateos, con quien tuvo cuatro hijos. Ella sí había
nacido en el pueblo de Sonseca. De estos cuatro hijos hubo uno que recibió el
nombre de su padre y que es del que yo paso a ser descendiente o dicho de otro
modo, él es mi ascendente directo entre todos los “Cerdeños” que posteriormente
hubo en este pueblo.
Benito (hijo) en
este caso, nació el ocho de Abril de 1619 y
se casó con María Ramos en el año 1641 teniendo cinco
hijos. De esos cinco hijos nacería Melchor, que pasará a ser abuelo del bisabuelo de
mi bisabuelo.
Reinaban durante este periodo en
España
Felipe III y posteriormente su
hijo
Felipe IV.
Coincide en el
momento justo en el que son
expulsados los moriscos que no desearon convertirse
al catolicismo y con la recuperación de la
Ciudad de Breda, famosa
posteriormente por el cuadro que pintó
Velázquez y que es obra mundialmente conocida.
No puedo ni imaginar que una familia
modesta que había emigrado a un pueblo de la provincia de
Toledo, tuviera
siquiera conocimiento de estos acontecimientos, ni tampoco sé porqué cambiaron
su residencia a otra villa en vez de una capital de provincia; lo que sin
embargo sí resulta coincidente es que ambos pueblos distan de su capital
aproximadamente a los mismos kilómetros y que además, como ya dije antes, están
a la misma altura sobre el nivel del mar; en ambos sitios la economía
fundamental era la agricultura y la ganadería, pero esto era básicamente el
sistema de vida que existía en la mayor parte de los pueblos de España.
Para hacernos una idea más
aproximada de este momento de la historia, diré que
El Greco, pintor que vivió la mayor parte de su vida en la ciudad de
Toledo,
murió tres años más tarde que se casase el primer
Benito, concretamente el
siete de Abril de 1614, fecha que coincide con el nacimiento de mi hermano,
pero 352 años antes y que
la Santa Inquisición estaba en un momento de apogeo importante.
Melchor Cerdeño
fue el cuarto hijo de este matrimonio, del matrimonio entre
Benito <hijo>
y
María Ramos; nació el trece de Enero de 1654. Un dato importante es que entre
él y su padre había una diferencia de edad de 43 años y ello nos lleva a que en el caso de que su abuelo, el abuelo
de
Melchor, el primer Cerdeño que llegó a
Sonseca, de haber pertenecido a la
nobleza o haber tenido una herencia importante, a él, a
Melchor, no le habría
correspondido nada. Esto además hace que en mi árbol genealógico, existan menos
generaciones de las que habitualmente suelen darse en la mayoría de las
personas.
Melchor se casó con María Criada
teniendo ocho hijos y falleciendo ésta, se volvió a casar con
Juana Albarrán Sánchez el seis de Febrero de
1696 teniendo otros cuatro hijos, entre los que nace
Marcos,
hijo segundo del segundo matrimonio.
Aquí se da una casualidad que no
quiero dejar pasar, aún siendo únicamente una anécdota, es el hecho de que la
fecha de esta boda y el nacimiento de mi madre coincidan en el día y en el mes.
Por aquel entonces, en el año 1696
no hubo acontecimientos de importancia, pero por citar algunos diré que
Niza fue entregada a los
Duques de Saboya,
que
Isaac Newton fue nombrado
director de la casa de la moneda y que murió
Ivan V de Rusia, hijo del
Zar Alexis Romanov, hombre débil y de
salud delicada que cedió su poder a su hermanastra
Sofía, para más tarde quedar
como único soberano su hermano
Pedro El Grande,
famoso Zar que ejecutó a su hijo por intento de sublevación y que logró
modernizar a Rusia y hacer una ciudad sobre un pantano, la ciudad de
San Petersburgo.
Dos años antes, es decir, en 1694
nacería
Voltaire, escritor y filósofo
a quien tengo gran respeto y no puedo por menos que envidiar a
Melchor, mi
antepasado por haber tenido la oportunidad de nacer en esa época.
Marcos
Cerdeño Albarrán, nacía en el año 1699, concretamente el 25 de Abril,
con él cambió el siglo y una vez más observamos que entre el nacimiento de su
padre y el de él, mediaban 45 años. Esto lleva a que en sólo dos
generaciones haya transcurrido casi un siglo, cuando lo habitual es que la diferencia entre
una y otra sea de
25 a 30 años.
Marcos
se casó con María Garrido Díaz Briones
el 18 de Febrero de 1723 y tuvo nueve hijos, el último de los cuales se
llamaría Manuel y sería el que siguió con la
rama de “Cerdeños” a quienes me estoy refiriendo, de donde yo provengo.
En el año de 1729, se dictan las
Ordenanzas para gobernar la incipiente industria textil en
Ajofrín, donde años más tarde
funcionaban más de doscientos telares dirigidos muchos de ellos por maestros
extranjeros. Esta industria se extendió por toda la comarca y es rara la
población que no contase con producción de Estameñas y otras manufacturas
textiles.
En este mismo año nace el economista
escocés
Adam Smith, además de
filósofo que en algún momento coincidió con
Voltaire; sin embargo sería conocido por su obra
Ensayo sobre la naturaleza y la riqueza de las naciones, lo que es claro es
que lo único en lo que este coetáneo de mi antepasado tenía en común era el año
de nacimiento y el mensaje de este Ensayo:
Sin trabajo no hay beneficio, que
supongo a juzgar por la época, el lugar, y la escasísima importancia de esta familia,
este mensaje sí lo conocían.
Manuel
Cerdeño Garrido, nace el 2 de Septiembre de 1744, debió ser el hijo
mimado de la familia, siendo que nació 45 años después que su padre y como las
veces anteriores, pasa casi medio siglo entre una y otra generación.
Se casó el 21 de Septiembre de 1772,
quizá algo mayor para la época y lo hizo con Teresa García de Blas Ramírez, con
quien tuvo 13 hijos, el décimo de ellos se llamó Félix
Sandalio.
Durante el periodo en que nace y se
casa
Manuel,
Haendel compone
El Mesías,
Fernando VI se
convierte en Rey de España,
Diderot escribe
los
Pensamientos filosóficos y
Voltaire publica
Zadig,
uno de los cuentos más interesantes que se han escrito. Otro tipo de
acontecimientos se suceden también durante esa época y me pregunto cómo,
cuándo, y si llegaban las noticias hasta lugares como Sonseca, que sin ser un
lugar alejado de la ciudad o del propio Orgaz que aún en esta época ostentaba
un rol importante entre las villas de la provincia, no dejaba de ser un pueblo
pequeño donde el ganado era probablemente el único tema de conversación.
Félix
Sandalio Cerdeño García de Blas, nació el 3 de Septiembre de 1787, éste
se casó el 2 de Julio de 1814 con Manuela Martín Ambrosio Hernández, no tengo
el dato del número de hijos que tuvo, pero sé que el último de ellos fue Juán Félix, es el que nos ocupará después.
Tres años antes del nacimiento de
Félix, una plaga de langosta asoló toda la comarca, dejando enorme miseria a su
paso.
En el año 1791, los pueblos de los Montes
solicitan por vez primera al
Rey Fernando VI su independencia de
Toledo.
En el año 1809, el guerrillero
Cuesta, reagrupa las partidas dispersas por
los
Montes de Toledo, con las que ataca a los franceses cerca de los
Navalmorales, lugar donde fue hecho prisionero y trasladado a Francia.
Es un momento éste en el que las
tropas francesas intentaban y conseguían a veces dominar a los pueblos de esta
zona de los
Montes de Toledo.
Juán
Félix Cerdeño Martín Ambrosio, nació el 30 de Marzo de 1835 y éste al
igual que su abuelo tuvo la “suerte” de nacer cuando su padre contaba 47 años.
Se casó el 18 de Junio de 1859 con Martina Martín-Tereso Gómez y tuvieron 9
hijos, de ellos el cuarto es mi bisabuelo, Natalio.
Natalio
Cerdeño Martín Tereso, nace el 1 de Febrero de 1867 y se casó el 5 de
Septiembre de 1889 con Micaela Valentín-Fernández Martín-Ambrosio, hija de
Manuel y Luciana, con mi bisabuela tuvo 5 hijos, el mayor de todos, Santos, es mi abuelo y es sobre él de quien quiero
hablar en esta historia, ésta será la supuesta y en gran parte cierta historia de mi abuelo.
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Mi abuelo Santos, más o menos hacia 1910.
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Mi Abuelo:
Santos
nació el 26 de Noviembre de 1891, se unieron cuando él tenía 23 años, con mi abuela Emilia
Dionisia Robledo Gutiérrez, hija de Lino y de Catalina y tuvieron 6 hijos, el
sexto, José, fue mi padre.
Mis abuelos se casaron un
18 deOctubre de 1918, corrían ya prácticamente los famosos
años 20, donde el nuevo modo de entender la vida se iba abriendo camino entre las poblaciones de todos los lugares, aunque no de igual modo en España.
Por lo poco que he podido averiguar de ellos se conocieron ya
en la ciudad y no en el pueblo; ambos
habían venido a buscar oportunidades de medrar en
Toledo.
Mi abuela al parecer
vino a servir a una casa y mi abuelo entró a trabajar como pastor de ganado
bobino a la finca perteneciente al
Castillo de Galiana; al parecer, él y su
familia, tenían buena fama en el manejo del ganado, fundamentalmente el de los toros de lidia y ganado vacuno;
cuentan una anécdota de mi tío abuelo, el hermano de mi abuelo, que agarró a un toro de los
cuernos cuando éste se salía del itinerario establecido en un encierro en
Sonseca y que el toro, enganchándole por el brazo clavó su cuerno entre los
huesos y le desgarró por completo, tuviendo que amputárselo por quedar inútil
y sin que éste, mi tío abuelo, hiciese la menor protesta ni durante el momento
en que le enganchó el toro, ni cuando le cortaron con un serrucho para que no se
desangrara.
Estando ambos en
Toledo, mi abuelo y
mi abuela, se conocieron y decidieron
casarse en Sonseca, después se marcharon a vivir a
Toledo, donde nacieron sus
seis hijos.
Santos,
mi abuelo, era un hombre muy dinámico, de carácter abierto. Había nacido al
medio día, decían que justo cuando las campanas del pueblo daban las doce de la
mañana.
Al parecer su padre, mi bisabuelo
Natalio, le mandaba al monte por temporadas a cuidar el ganado, junto con sus
hermanos, cuando aún no tenía más de diez años. Era buen jinete y habiendo
aprendido a edad tan temprana a montar, era al parecer muy bueno en su oficio.
Una vez en
Toledo y con algo de
dinero que su padre le había prestado, compró una pequeña finca en las
inmediaciones de lo que hoy sería
la Academia de Infantería de Toledo, allí fue
haciéndose con algo de ganado que se había traído del pueblo y otra parte que
había comprado a sus antiguos jefes, los propietarios del
Castillo de Galiana,
era el oficio y costumbre de la familia, supongo que desde generaciones antiguas, aunque no he conseguido recabar esa información con seguridad.
Sonseca siempre se caracterizó por
ser un pueblo pecuario. Se cree, algún dato hay por ahí que lo justifica, que estuvo habitado por poblaciones romanas y
que posteriormente hubo algún asentamiento
visigodo y
mozárabe, aunque las
poblaciones de
Orgaz y
Arísgotas, limítrofes y cercanas, tuvieron más relevancia
en esas épocas, fue precisamente a principios del siglo XVII, en el año 1629,
cuando adquirió el título de Villa pasando a manos del portugués
DuarteFernández Acosta y tomando posesión de su jurisdicción y vasallaje su hijo
Álvaro en el año 1641.
Este municipio es amplio en su zona
sur, en la parte que limita con los montes de
Toledo por lo que la zona de
pasto era abundante y su población realmente escasa.
Mi abuelo se hizo con un pequeño
rebaño de ovejas, algunas vacas y unos cerdos, además de gallinas y otros
animales de granja. Se ganaba la vida vendiendo huevos y leche básicamente, de
hecho su apodo en
Toledo era “el lecherito” y según conocidos suyos de la época
surtía de leche a muchas familias de
Toledo, las malas lenguas decían también que
surtía de leche a muchas mujeres del barrio de
Santa Bárbara cuyos maridos se
entretenían en otros asuntos en vez de tener bien contentas a sus esposas; este dato, aún pareciendo novelado, me fue contado por mi otro abuelo, mi abuelo materno, que era amigo suyo y de quien extraje en su momento bastante información y que llegado este momento, sabiendo ya que a nadie se puede ofender, puedo contar abiertamente.
Contaba mi abuelo materno, que era muy chulo en el buen sentido de la palabra, que le gustaba salir montado en su caballo y subir a
Toledo en él, mi abuela materna asentía en estos comentarios. Decían que muy probablemente más de un chico de los que paseaban por
Toledo llevaban su genética sin saberlo y que a veces pasaba semanas en el monte sin que se supiese muy bien ni dónde ni a qué destinaba ese tiempo.
Durante unos años todo le fue
bastante bien y fue ganando algo de dinero que consiguió invertir en más ganado
y pagar las deudas que contrajo con la finca. Tuvo su primera hija, María, que
de vivir hoy tendría más de 90 años y ella un día me contó lo que ahora voy a
relatar, aún a riesgo de repetirme y contradecirme un poco, según ella, la
historia de mi abuelo fue ésta:
Cuentan que con sólo 8 años ya
montaba en su caballo y llevaba a las reses a pastar, que más tarde, a los 14
ya llevaba a los toros al monte durante todo el verano y poco más tarde era el encargado junto con
otro hermano de llevar a los toros de lidia desde el campo hasta las afueras de los pueblos,
donde los mozos de los pueblos corrían los encierros.
Allí se hizo con algunas reses y
otros animales, según me contó un día una tía mía, una de sus hijas, la mayor,
se fue sin nada y pidió que le dieran 4 gallinas, 1 pollo, 4 ovejas y 2 vacas,
después poco a poco fue acordando con otros propietarios para llevar a las
hembras a que las montaran y así fue como empezó. El caso es que pocos años después
se dedicaba fundamentalmente a la venta de leche y huevos, también algún conejo
y algún pollo por encargo.
Cuando ya habían nacido todos sus
hijos y el menor de ellos contaba con cuatro años de edad, estalló la guerracivil española y aunque al parecer él no había tomado partido por nadie,
resultaba evidente después de su
carácter duro y poco dado a ceder, que cuando en Septiembre de 1936, días después
de recuperar el Alcázar los sublebados del Ejército nacional, un capitán de
caballería de este ejército, le quiso requisar varias reses para alimentar a
los soldados, diciendo él que si no se lo compraban que no lo entregaría y avisando
de que si a alguien se le ocurría requisarle su ganado, éste aparecería
cualquier mañana con el cuello rebanado.
Finalmente al parecer el capitán
decidió quitarle su ganado y días más tarde, una mañana, apareció el cuerpo
degollado del capitán en las inmediaciones de lo que ahora es la Academia de Infantería,
en un lugar próximo a los terrenos de mi abuelo.
Las investigaciones pronto dieron
como posible sospechoso a mi abuelo y éste recibió el aviso de un vecino de que
al parecer iban a por él, así que se montó a lomos de su caballo y se marchó.
Tardó casi cuatro años en regresar; meses más tarde de acabar la guerra civil,
fue recavando información de cómo estaba la situación en Toledo y decidió
volver y la primera persona conocida que
se cruzó le avisó de que estaban buscándolo y que se volviese donde estaba o
saliese del país, pero él decidió como poco ver a su familia.
Aquella noche durmió en su casa,
para después intentar volver a la sierra y ver qué podría hacer, pues él confiaba en que
de un modo u otro el ambiente tan convulso cesase. Se despidió de la familia y
salió de camino al anochecer, con la intención de cruzar el río nadando por la
zona del barco de pasaje, justo debajo de la ermita del valle. Cuando llegó al río se cruzó con una pareja de la Guardia Civil y le detuvieron, le llevaron al
cuartelillo y después a prisión, donde pasó un año y poco hasta ser fusilado en
los muros del cementerio de Toledo.
Jamás se supo, porque no hubo juicio, si fue él quien
degolló a aquel capitán, nadie pudo asegurarlo y él al parecer negaba los
hechos, sin embargo la amenaza que le hizo a aquel militar pesó en su contra,
el hecho de desaparecer durante tres años y esconderse en la sierra de los
Montes de Toledo también y sobre todo el que durante esos tres años, sus
compañeros de fatiga hubieran sido Maquis que se escondían en esos Montes.
Esto no pretende ser un homenaje,
sólo es la supuesta historia de mi abuelo, que como la de todos los allí
enterrados, quedaría olvidada y pasaría desapercibida si no se contase.
Quizá algún día, haga de este boceto de la historia un algo más
novelado y extenso, pero hoy y ahora, creo que es suficiente con ello.