Antes de nada confieso mi desconocimiento de esta empresa, no mi total y absoluto desconocimiento pero sí un desconocimiento que me impide profundizar en determinados aspectos y que sin embargo sí me permite hacer una crítica de las noticias que están circulando hoy en los medios a cerca de esta Empresa.
Al parecer, como muchos ya sabíamos, Monsanto es en principio una Empresa Americana, con origen en EEUU, de suficiente antigüedad como para pensar que la filosofía de su origen no tiene nada que ver con lo que hoy es, y hago hincapié en lo de antigüedad, porque de todos es sabido que cuando una idea tiene cierta solera, sus seguidores tergiversan el mensaje original del fundador en un mensaje diferente y con una intención inequívoca de beneficio económico a perseguir sin tener en cuenta los perjuicios que se pudieran ocasionar en quiénes no sean la Empresa original, incluso hasta en las personas que trabajan en esas Empresas.
Al mismo tiempo también digo que es Empresa Americana, porque la legislación americana ha permitido que éstas se extiendan por todo el resto del mundo llevando la bandera de las barras y las estrellas como símbolo de libertad y democracia, lo que normalmente les ha cubierto de un manto de impunidad y han hecho lo que les ha venido en gana.
Pasando ya más claramente a Monsanto, poco me preocuparía si fuese una Empresa que únicamente se hubiera dedicado a poner en el mercado sus productos, a investigar, a en vez de cubrirse con mensajes de cinismo y dar a entender que sus descubrimientos o inventos sirven de verdad para el mejor funcionamiento de la humanidad.
A veces este mensaje es creíble aunque no se comparta, porque las personas que lo emiten lo hacen sin ánimo de lucro o al menos sin ánimo de controlar de forma absoluta algo, lo que sea; pero en el caso que nos preocupa ahora, estamos hablando de las semillas, para explicar más claramente esto, decir que ésto, lo es todo.
Monsanto pretende crear semillas que combatan el hambre, enfermedades, epidemias, etc., sin embargo pretende además que su implantación sea con carácter mundial y que sean ellos quienes controlen, comercialicen y supervisen todo este mercado, es decir, el que da de comer a todos. Con ello, sin supervisión, sin el control y la diversidad suficiente de planteamientos que se opongan, contradigan o reafirmen posiciones, se convierten en el monopolio perfecto para dirigir toda nuestra vida.
¿Quién sabe hasta dónde han llegado y quién sabe hasta dónde pretenden llegar?
¿Qué es lo que están investigando, qué tipo de control quieren llegar a ejercer sobre la población mundial?
Muchas son las preguntas que podríamos y deberíamos hacernos, pero lo que jamás hemos de consentir es que lleguen a controlar algo tan importante como es nuestra alimentación, aunque a decir verdad, en gran parte ya la controlan.
¿No tenéis la sensación de que quieren convertirnos en algo así como pollos de granja?
Veréis, una cosa es un pollo metido en un receptáculo de menos de 40 cms, que no sale de ahí jamás hasta su sacrificio y que está sobre alimentado con piensos que le hacen crecer velozmente y otra un pollo que conoce al gallo que le engendró, a la gallina que empolló el huevo del que nació, a los pollitos hermanos que compartieron su paso por la vida, que comió de un modo variado todo lo que le echaban sus dueños, y que luego un buen día cuando estaba ya en su mejor momento, antes de saborear el camino del amor, de perder su virginidad, fue sacrificado para servir de alimento a los humanos. Bueno, en cualquiera de los dos casos está claro que el pollo sólo sirve para servir de alimento a los humanos.
En el caso de los humanos servimos únicamente para cubrir esta etapa de tiempo de la tierra, de la naturaleza, de la evolución.
Ahora digo, es evidente que la mayoría de los humanos sólo servimos y estamos aquí para servir de mano de obra y enriquecer a otros humanos que desean únicamente llevar una vida de Dioses, controlando todo lo que está a su alrededor, no sé si es necesario explicar más, yo pienso que no.
Este escrito como casi todos los que verás en este blog, no es más que una llamada de atención, un recordatorio de que tú, eres un ser libre, que nació para ser libre, que debe decidir qué y cómo y cuándo, aunque tenga que ser en comunidad, con el respeto hacia los demás, hacia los que comparten contigo este mundo, pero en ningún caso debes someterte ni permitir que los demás se sometan, al capricho de unos poquitos, locos, avariciosos, normalmente herederos, que quieren controlar tu vida y el futuro de tus hijos.
Monsanto pretende que cualquier semilla que pueda plantarse en Europa, aunque ahora me preocupa más España, mi gente, pase indefectiblemente por su factoría de semillas, que todos los productos que nuestros agricultores han plantado y cosechado durante siglos, pasen ahora a mejor vida, que nadie pueda ni siquiera cultivar en su huerto de casa ni un solo tomate o lechuga que no provenga de las semillas suministradas por ellos. Para conseguir esto, aunque quizá (no lo sé) aún no hayan inventado la excusa, dirán, llegarán a decir, que hay no sé qué germen, insecto o riesgo de epidemia que proviene del Tsunami de Japón, por poner un ejemplo o excusa o cualquier otra mentira, para explicar que todos los productos que hasta la fecha hemos consumido serán desde ya sumamente peligrosos, que podrán transmitir cánceres o cualquier otra enfermedad, todo lo que más pueda preocupar y que los medios de comunicación no tengan inconveniente, no tengan el filtro necesario para expandir.
Monsanto, al igual que cualquier otra idea que intente manipular la libertad de los demás, es extremadamente peligroso.
Imagínate que triunfase este planteamiento y mañana te dijeran en televisión que desde ya, la próxima primavera, no se podrán plantar los tomates del año pasado, las patatas, los pepinos o cualquier otra cosa. No, no digo ya a nivel de agricultores, que tampoco debe ser, sino a nivel tuyo particular, en tu propia casa, y que para ello te dijeran como excusa que si lo hicieras pondrías en peligro la vida tuya y la de otras personas, que lo que hicieras sería delito, que si deseas plantar tu huerto deberías ir a una tienda autorizada y ahí a precios muy asequibles podrías comprar las semillas válidas, supervisadas, para tu próximo cultivo.
Claro no se trata de que te prohiban tener tu propio huerto, no es eso, se trata de que si todas las semillas las venden ellos tu no controlas de verdad qué siembras, es como si te dijeran que vale, quieres tener un hijo, pues bien, vienes aquí a la clínica y te inseminamos, esto está bien cuando alguien no tiene otra posibilidad, y está bien porque esta inseminación no está manipulada, no tiene tratamientos químicos, es simplemente que tu vas a tu vecino y le pides semillas para tu huerto, semillas naturales similares a las que has plantado o has visto en otros huertos. Se trata además de que las semillas están manipuladas, ve a saber cómo, en que ellos cobrarán un porcentaje por cada semilla que se venda en el mundo, y debéis tener en cuenta de que somos más de 7 mil millones de personas que deberíamos comer y que supuestamente podríamos comer por ellos, bajo su control, bajo el control privado. Fijaos bien que supone en habitantes eso:
7.000.000.000 habitantes
Seguramente hay personas que son incapaces de imaginar la barbaridad de dinero que supone dar de comer a todas estas personas, y aunque se haga con fines supuestamente de poder abastecer de comida a todos, la pregunta sería entre muchas otras:
¿y por qué tienen que controlar todas las semillas del mundo, en especial las de los países con medios y mecanización y climatología para ser competidores?
Yo pienso que con lo expuesto, aunque pudiera rebatirse, es suficiente como para no permitir que nadie, ninguna empresa privada, pueda tener nunca dicho control, ese control, pertenece a todos los humanos del planeta.
NOTA APARTE:
A colación de este artículo, encontré algo más tarde unas declaraciones que resultan mucho más interesantes que el artículo escrito por mí, del Vicepresidente de la ONU y aquí dejo el enlace, os aseguro que leerlo puede ser muy ilustrativo e interesante:
http://www.lavanguardia.com/libros/20120527/54300351384/jean-ziegler-hambre-espana-generacion-debiles.html
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