Estamos viviendo el capítulo más dramático como sociedad, de los últimos 50 ó 60 años o más, da igual las fechas porque lo importante son las cifras.
Debemos tener en cuenta, salvando obviamente que todo mal es malo, que durante 50 años ETA asesinó las mismas personas que el COVID19 asesinaba a mediados de Marzo cada día, y que día a día era igual a lo que ETA hizo durante esos 50 años.
ETA hizo que la sociedad española se mostrase muy sensible a las noticias de atentados, incluso en diferentes zonas del resto de España la población temía ir al País Vasco de vacaciones por lo convulso de la situación política en esa zona de España.
El País Vasco sufrió durante todo ese tiempo una situación social compleja de explicar si no se vivía dentro, sufrió económicamente también puesto que no tuvieron turismo de ningún tipo, lo que significaba una desconexión con el resto del país que terminaba por tener una idea equivocada los unos de los otros.
Definitivamente aquello nos causó mella; después, cuando ETA anunció su final y dejó de asesinar y coaccionar, el País Vasco resurgió en el sentido social y hemos sido muchos los que lo hemos visitado con mucha frecuencia; el motivo es obvio, es un gran lugar con gente que merece la pena conocer.
Ahora, volviendo al tema que realmente es objeto de este post, tenemos un asesino mucho más cruel de lo que pudiera ser ETA, un asesino con el que la única ventaja es que podemos luchar de un modo simple, muy caro, pero también relativamente sencillo, basta con mantener las distancias y tener sentido común.
Sin embargo no parece que este asesino esté causando en la gente el miedo que causó ETA y algunas personas están creyendo que ya está vencido y que podemos volver a hacer la vida que hacíamos antes de aparecer.
La realidad es que hay que tener muy claro, que aún hoy, a mediados de mayo y siendo mucho menor la cifra de personas que están perdiendo la vida por este asesino, siguen siendo enormes, puesto que nos digan que hoy 13 de mayo han desaparecido, han perdido la vida, han sido asesinados por el COVID 184 personas, no es sino una gran pérdida, comparable a la cifra de muertos que tuvieron los atentados del 11M, el peor atentado que sufrió España y sin embargo, las gentes siguen saliendo a la calle sin protección suficiente, sin guardar distancias, sin mascarilla y con una falta de temor absoluta.
No hay que ir con miedo, hay que ir con precaución, no es una broma, es una realidad diaria.
Creo que esto hay que evaluarlo como merece, después hay que seguir teniendo esperanza para arreglarlo y seguir hacia adelante, pero....
POR FAVOR, PENSADLO BIEN, CADA DÍA ESTÁN MURIENDO PERSONAS INOCENTES.
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