El hastío
Nos hayamos en una época en la que es difícil motivarse para hacer cosas; estamos invadidos por noticias que nos desaniman, la severa dificultad económica por la que la mayoría de las personas del primer mundo están atravesando nos hace sentirnos así; aunque no suframos en primera persona las consecuencias de lo que está ocurriendo, conocemos personas a las que les ha ocurrido y tememos que nos ocurra a nosotros.
Si nos preguntasen uno a uno, en nuestra soledad y dejándonos reflexionar por el motivo por el que nos encontramos así, la inmensa mayoría de nosotros descubriría que el único motivo es realmente económico, y es porque en este mundo en el que vivimos, me refiero a los habitantes que hemos tenido la suerte de nacer en paises en los que se ha vivido bien comparándolos con otros que voy a omitir citar, hemos aprendido, hemos asumido, sin conocer o recordar otros sitios y otras épocas, que el dinero es el arma para defenderse ante los imprevistos; lo cierto es que es así, tanto en occidente como en oriente, al sur o al norte.
En otras épocas y siendo como siempre ha sido importante tener holganza, mejor dicho holgura económica, hemos tenido la sensación de que aunque no la tuviésemos podríamos llegar a tenerla trabajando para ello, pero hoy y aún no siendo cierto que no la tengamos, tenemos más la sensación de que no siendo que nos toque la lotería o recibamos una herencia no podremos tener esa holgura.
Son los políticos, los medios de comunicación, los culpables de este desánimo en los seres del primer mundo. Nos desayunamos a diario con la noticia de cómo están los mercados, de cómo está la situación en los ayuntamientos, de cómo está el paro, etc. y en lo referente a las opiniones que vierten sobre todo ello los supuestamente especialistas no hay ninguno que nos exponga que la situación actual sea reversible a corto plazo, únicamente oímos la cantinela de que hay que apretarse el cinturón y de que los mercados son los culpables de este desaguisado.
Pero usted se pregunta ¿y quién coño son los mercados? porque cuando uno va al Carrefour o al Mercadona, que es lo que la mayoría entendemos por mercados, no ve otra cosa que cartelitos de oferta, no vemos más que los precios están bajando como consecuencia de que nadie gastamos, porque nadie tenemos para gastar, cuando de pronto vemos que la casa que ha vendido el vecino que estaba a 50 metros de la nuestra, la que compramos con tanta ilusión y esfuerzo y que la compró por 300.000 € días antes que nosotros resulta que la ha vendido por 200.000 € o menos, porque ya no podía pagarla y eso sí ha tenido mucha suerte y ha logrado venderla.
¡Pues veamos quiénes son los mercados entonces!
-Como en los siglos anteriores desde que Dios nació, ha habido prestamistas que se les denominaba usureros.
-Como en los siglos anteriores desde que Dios nació, ha habido personas que se rodeaban de la gente de poder, para obtener poder para si mismos y para estar informados de todo lo que se acontecía, éstos han cambiado de nombre según el lugar y la época, pero siempre son los mismos, los que venden su honor, aún sin tenerlo, por dinero y prestigio.
-Como en los siglos anteriores desde que Dios nació, ha habido alcahuetas y alcahuetes, que éstos sí se han perfeccionado en su profesión y son ahora mucho más pérfidos y sofisticados, nunca sabes o no estás seguro de quiénes son pero sabes que son y están ahí.
En fin, que los poderes que ostentan toda esta recua de personajes, son el Mercado, vaya los que nos están jodiendo el ánimo, los que han hecho que naciera en nosotros el hastío.
Sin embargo en realidad nada de todo esto es cierto, aunque lo veamos, aunque lo suframos, no es más que una consecuencia y que como todas las consecuencias se paga y se puede curar, de una u otra forma seguiremos viviendo, seguiremos aquí después de que el guiso que nos prepararón huela, que ya huele, y únicamente tenemos el deber de no comérnoslo, aunque nos parezca mal educado, aunque lo hayan hecho para nosotros y aunque sea de todos.
Repartamos pues el guiso mal oliente, y demos su ración doble al ser posible a los que tuvieron a mal cocinarlo: la banca, los poderes mediáticos y los políticos; da igual el orden, da igual la forma, pero no cedamos a su empeño de hacernos comer nuestro plato, porque huele, porque se nos ha indigestado y porque no queremos.
Lo primero quizá sería unirnos para no pagar ni un céntimo más de todo lo que se han devaluado nuestras viviendas. Desde el punto de vista de nuestra constitución (así con minúscula) tenemos derecho a una vivienda digna, etc.
A ver la constitución con minúscula porque no nos está sirviendo, y mira que le damos bombo, pero no respetamos nada de lo que dice; y respecto de la vivienda digna, pues nada, me da igual el adjetivo, yo la haré digna, simplemente reclamo mi derecho como ser humano que nació en este sitio a 200 mts. o a la parte alicuota (siempre me gustó esta palabreja) que me pudiera corresponder.
A ver por qué tiene que existir la propiedad privada en exceso, me refiero al exceso. Por qué tiene que haber por ahí tipejos que tienen chorrocientos mil metros o millones de metros, que los tienen abandonados o que los utilizan para ir los domingos de invierno a matar bichos que viven tan tranquilos durante el resto de la semana.
Empecemos por no pagar lo que nunca tuvimos que haber comprado, por supuesto me refiero a las cosas que tenemos derecho sólo por haber nacido, y que entiendo que deben estar reguladas, pero de otro modo.
Desde luego que si usted compró un vehículo que no le hacía falta o que no se podría haber permitido de no ser pagado a crédito, ésto sí, esto tiene usted que pagarlo, puesto que ha habido un esfuerzo de otras personas como usted para fabricarlo.
Pero vayamos más allá, cuántas pequeñas empresas o autónomos no han podido resistir el embite de la crisis, únicamente porque donde habitualmente les concedían créditos o pólizas de crédito para poder remontar determinado tipo de ventas o para aumentar el negocio o mejorar su competitividad, lo que se ha dado en llamar I + D, porque lo cierto es que tanta mentira ha habido acerca de esto que los autónomos no sabían por dónde ir ni qué puertas tocar, y finalmente muchos de ellos han sucumbido y han quedado quebrados por completo, incluso habiendo perdido no sólo su trabajo o negocio sino también sus bienes personales, por haber sido embargados.
¿Quiénes son los culpables? Pues por un lado podríamos pensar que ellos mismos, ya que su obligación era la de estar debidamente preparados para este tipo de cuestiones, para eso eran empresarios, sin embargo si estudiamos a fondo el problema observaremos que en la mayoría de los casos han sido engañados por la banca, que son los mismos que con la ayuda del gobierno y la pasividad en formar parte de la crítica del Poder Judicial y haciendo muy poco, casi nada, más bien lo contrario, han embargado los bienes de estas personas; sin embargo cuando un político se equivoca y se le va a más del doble o el triple o incluso más, un proyecto, un presupuesto, esto se valora como si no pasara nada, el político no pierde por ello, es más en ocasiones somos tan bobos de ponderar esto como positivo, porque vemos esa obra como algo caro, algo en lo que se ha invertido mucho dinero, pero dónde ha ido ese dinero realmente, por qué se le ha ido el presupuesto. Si esto mismo le ocurre a una pequeña empresa o a un autónomo el resultado es la quiebra y la pérdida de todo su patrimonio, con la concurrencia del Estado, de la Banca y de los Jueces.
Seamos más conscientes de lo que está ocurriendo y opongámonos en conjunto a seguir aceptando barco como animal de compañía, porque de lo contrario nos hundirán.
Nadie tiene una solución que nos beneficie a todos, que nos guste a todos; probablemente la solución sea mala en principio y a corto plazo para todos, sin embargo hay que intentar dar una solución, hacer un cambio importante.
¿Sería viable exponer por ejemplo que los políticos fuesen de verdad vocacionales y no estuvieran ahí por motivos económicos personales?
¿Sería viable que un Juez lo fuese por vocación real, y no porque el puesto sea "honorable" porque sea intocable?
¿Acaso no es importante que un cirujano o un médico lo sea por vocación y no por estudiar, estudiar y finalmente aprobar una serie interminable de exámenes y situaciones?
¿Es que no existe forma alguna que no sean los exámenes, de determinar quién está preparado y quién de verdad sirve para según qué cosas?
¿No será que valoramos determinados trabajos como si fueran de verdad tan grandes e importantes que dejan a otros a la altura del betún?
Limpiemos nuestra mente un momento y fijémonos en comparar diferentes trabajos, a ver si realmente la comparación es tan equilibrada, tan justa, en cuanto a seguridad laboral, en cuanto a remuneración, en cuanto a tiempo u horarios, etc. y después tendremos algo más claro qué nos ha ocurrido a lo largo de los tiempos.
Plantear si el sueldo, los honorarios de un Consejero de Banca o de Empresa, habitualmente son excargos políticos y otras especies de personajes que han tenido vinculación con la Banca o la Política por uno un otro motivo, ostenten cargos por los que cobran cantidades que resultan absolutamente indecentes si se comparan con las de otras personas, aún sólo comparando los emolumentos y no el desarrollo de ese trabajo supuesto. Quien dice un Consejero de algo... dice un accionista que únicamente mercadea ... dice un actor que únicamente esté de moda (muy pocos y muchos muy altruistas, así que me refiero al caso no a determinadas personas), dice un futbolista o deportista que más bien hace espectáculo...
Acaso es justo que sin poner nombres un futbolista gane más de medio millón de €uros al año, sólo porque patalea bien una pelota, y todos sabemos lo corto que me he quedado con esta cantidad.
Habría quien diría que de no ser así no existirían estas figuras, igual que dicen que los toros de lidia no existirían de no existir el espectáculo, pues no es cierto, ni en un caso ni en el otro. Ambas cosas son fabricadas por el ser humano, y sin esa espectacularización también existirían y en el caso de que así fuese, puestos a elegir, qué elgiría usted... yo me quedo con que los seres humanos del mundo no pasen necesidades respecto de la comida, la salud y la libertad personal.
En cualquier caso tengamos en cuenta que el hastío es igual de contagioso que el entusiasmo y esperemos a que ello llegue.